Mi mujer quería verme follando con la perra. Ella sabía que yo practicaba la zoofilia, así que en vez de pelearse quiso verme y cumplí su deseo. Fuimos al dormitorio y ella sostenía la cámara mientras yo me follaba a nuestra perra y ella se iba gimiendo de placer, fue una sensación deliciosa y ahora mi mujer también disfruta de la zoofilia.