Lo acostumbré a follarme y ahora quiere follarme todos los días. Ni siquiera se folla a las yeguas del prado porque está enamorado de mi coño. Y mi marido no puede ni enterarse o se divorciará de mi.
Lo acostumbré a follarme y ahora quiere follarme todos los días. Ni siquiera se folla a las yeguas del prado porque está enamorado de mi coño. Y mi marido no puede ni enterarse o se divorciará de mi.
